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Pensamientos y más

Mi memoria de prácticas y un poco más.

Mi memoria de prácticas creo que se puede ver claramente en mi diario. Pienso que he hecho un laborioso y costoso trabajo a lo largo de las prácticas. He dado todo lo que he podido y más hasta puntos extremos de agotamiento donde me he preguntado si merecía la pena ese desgaste. Supongo que la respuesta a la pregunta era sí porque he seguido hasta el final. Bien es cierto que ha habido algunos días de bajón en la intensidad, pero entonces descansaba ese día y al día siguiente estaba otra vez muy fuerte para seguir afrontando el día a día de la manera en que lo he hecho.

 

En esta profesión no basta sólo con la actitud física, hay que tener también, además de unas cualidades para transmitir, una gran fuerza mental, de superación y de innovación.

 

En este periodo de tiempo me he sentido un profesor más casi todos los días, además mi trabajo era valorado con sus aciertos y desaciertos. Siempre en línea con un mayor y mejor aprendizaje.

 

El hecho de estar en clase sólo con los alumnos, a pesar de la mirada oculta del tutor, ha hecho que la experiencia sea más "feroz", ya que los alumnos al no ver a Enrique se sentían desatados a su autoridad... pero no a la mía.

 

Luego todas esas vivencias eran filtradas por la visión exterior de Enrique y comentadas, algo muy de agradecer porque realmente han sido charlas, reflexiones y críticas constructivas.

 

Siempre me he sentido muy apoyado, tanto por Enrique como por el resto de compañeros, que me han tratado como a uno más, quizás un poco mejor por ese trato especial de favor en el sentido de "si necesitas cualquier cosa..."

 

He estado en continuo contacto con profesores de otros ciclos, con la zona de secretaria, con el director, con la jefa de estudios, en el patio, con los alumnos, etc.

 

Una de las cosas que más he aprendido es a tener aún más paciencia, aunque creo que tengo que seguir trabajando en ello. También ha sido muy importante, fundamental, el tema de la disciplina y los castigos, de cómo actuar frente a casos que nunca antes había experimentado de esta forma.

 

He aprendido a relacionarme mejor con los compañeros, a hablar con los padres cuando ha sido necesario, a consultar.

 

También me he dado cuenta de una realidad escolar que intuía pero que no había visto tan de cerca desde esta perspectiva. Es el hecho de la multiculturalidad y las diferencias individuales entre los alumnos. Esto se debe a que al colegio al que fui tanto de alumno como de prácticas I era diametralmente opuesto al que he ido este año.

 

He podido tener ese contraste y ver distintas realidades que forman parte de una misma. He conseguido dar respuestas a muchas dudas y desarrollar nuevas interrogantes. Me siento bien dando clase y estando con los chavales. Tengo que conseguir mi plaza en las oposiciones cuando sea, no perderme en un laberinto sin salida.

 

En estas prácticas creo que he vivido... de todo. El lado bueno y el lado menos bueno de la educación. El lado burocrático y el lado práctico. El lado legislativo, los derechos y obligaciones de las distintas partes del proceso.

 

Enrique me ha ayudado a ser más positivo, de poner otra cara, de transmitir, ha hecho que me superara. Me ha hecho llorar con sus palabras, me ha emocionado y puesto los pelos de punta cuando ha contado cosas que para mí son fundamentales a sus alumnos. El mismo se ha desbordado en algún momento, su mirada, suspiros y aliento impactantes... y hemos compartido esos momentos. Hemos tenido un trato personal que en otros estamentos de la educación (incluida la universidad) no he podido tener.

Es tan importante que te escuchen y que de algún modo te den un voto de confianza y no te encasillen...

 

Lo que he vivido estos meses es lo que hace que muchos momentos malos de estos cuatro años hayan merecido la pena. Yo soy un luchador, a mi nadie me ha regalado nada. Habré hecho las cosas mejor o peor, pero eran mías. He visto como me ponían un 9 en un trabajo en grupo no por el trabajo que he realizado sino por ir con quien iba. He visto como me ponían un 5.5 en un trabajo de 9. He visto como en un trabajo en grupo prácticamente desarrollado por mi ponían un 9 y un 8 a los otros dos componentes y a mi un 7 . He tenido que luchar por un aprobado en un examen perfecto porque el profesor ni se lo había leído... He visto como con un 9.51 en un examen tipo test no me concedían la matrícula. He trabajado para pagarme la carrera. He cometido errores, pero también aciertos. Y voy a seguir luchando por lo que quiero. Me importa muy poco lo que digan algunas personas o las etiquetas que me pongan, o un número. Espero tarde o temprano acabar de cumplir esta meta y pasar a la siguiente y así sucesivamente...

 

Pero centrémonos. Las prácticas han seguido edificando en mí esas columnas infinitas de saber y conocimiento que poco a poco entre todos vamos construyendo.

 

Pienso que no hace falta que siga escribiendo algo que ya se me ha quedado escrito en mi olvidadiza memoria, en mi corazón y recuerdos...

1 comentario

Javier -

Nada, me me ha encantado leer este artículo tuyo en tu blog.
A veces, cuando nos preguntamos si realmente merece la pena escribir un blog, te encuentras con artículos como éste y te das cuenta de que sí. ¡Sigue así, chavalote! ;)