Blogia
Pensamientos y más

Post 7. En el baño

Lucio entró en el baño, ahí estaba Berta con su pose picarona, apoyando su culito respingón en el granito de los lavabos. Ambos empezaron a sonreírse mientras Lucio se dirigía lentamente hacia ella, como una culebra cuando tiene rodeada a su presa, no tiene prisa, sólo en el momento crucial se lanza a por todas. Pero en este caso, ¿Quién era la presa?... Sus sonrisas se fundieron en una y empezaron a besarse apasionadamente, la lucha de lenguas era intensa, parecía la batalla final de Iñigo Montoya en la princesa prometida. Lucio la fue despegando del lavabo y se fueron hacia una de las puertas pequeñas de los aseos. La puerta cedió y pasaron dentro, todo olía a ambientador y estaba limpio como una patena, un olor y aspecto diferente al de cuando cierras la noche. Berta acariciaba la espalda y el trasero de Lucio mientras este acariciaba el culito. Metió sus manos debajo de la camiseta elástica y acarició sus senos suavemente, no se trataba de amasar pan ni de sintonizar un canal de radio. Los pezones de Berta estaban tersos, ésta metió la mano por debajo del pantalón de Lucio, el cual había notado sobrecargado y empezó a moverla de arriba abajo despacito. Ya no podían más, Lucio en un pequeño arrebato bajó las faldas y el tanga de Berta de una sola vez, ésta desabrocho despacio los pantalones e hizo lo propio con él. Berta empezó a besarle el cuello y fue bajando por el pecho, abdominales, hasta que llegó a su miembro, el cual empezó a chupar despacito recreándose en la parte superior llamada glande aunque podemos denominarla también fresón. Ambos sacaron un condón y Berta se lo puso con la boca, subió hacia arriba y siguieron besándose, Berta agarró aquel barrote y lo apuntaló contra sus entrañas susurrando –házmelo rápido- Lució la empotró contra la pared y se la metió muy suavemente hasta el fondo mientras escuchó un gran suspiro. Berta acarició la nuca de Lucio y le pidió que basculara. Empezó a acelerar el ritmo, no se oían gritos, solo gemidos en su oído, ambos estaban sudando, iban a explotar, Lucio le dijo que se iba a correr y ella le contesto, ¡córrete!, ¡no pares!, uff. Ah ah uff, me voy... fuegos artificiales retenidos por un chubasquero... Los dos se miraron y siguieron besándose, ambos exhalaron, ella sonrió y le dijo acaramelada, me debes un bailecito.

0 comentarios