Fue a las 14:00

pero me di cuenta con el paso de las horas... un ente había penetrado a mis adentros y se había apoderado de mí... sacó mi lado más gris... las nubes se empezaron a tornar cenicientas, las luces se desvanecían hasta hacerse ténues, nada se oía, sólo el ruido del ventilador echando aire caliente ante la presencia de mi cuerpo cuyo ente había dejado como un hielo en medio de un gin tonic...

Nadie decía nada y el ente miraba la pantalla, quería comunicarse con otras personalidades e impulsó mis dedos de forma agarrotada... mi mente sólo veía el negro en el fondo, la fuente seca, las hojas secas, las ramas peladas, la nive pura y blanca manchada por las pisadas...

Mientras viajaba a través de mi cambió de terció, una energía chispeante desencadenaba sobrecargas, yo luchaba y las retenía pero en mi cara se prefiguraban rasgos fuera de límite como cleant eastwood en algunas de sus películas. No podía más, iba a explotar, caminé y acabé en el mismo sitio, en frente de ese aparato que me sumía, en esa ventana que no cambiaba de sitio y si de paisajes, pero que a veces resultaban ser ya los mismos o peores y deteriorados, desgastados por la ley natural y la ley de la vida...

El ente parece que se fue igual que vino, ahora escribo sin él y veo que no existía tal ente, que siempre fui yo...