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Pensamientos y más

Continuación post anterior: Domingo a partir de las 8:30

Suena la alarma de mi móvil, doy un bote, no recuerdo si me tomé la pastilla, me aseo, una voz de ultra tumba me llama... es mi hermano, dice que me acerca al lugar en el que he quedado. Llegamos pronto, decidimos meternos a un bar a desayunar, no la liamos mucho, nos tomamos zumo, batido, croaissant y donut, todo recién hecho, el ambiente no es muy español que digamos, se nota que zaragoza está cambiando, estabamos rodeados de personas del este y del norte de África, afortunadamente aunque no tenían buenas pintas no llevaban ninguna bomba encima. En el periodico se hablaba de la polémica islamista... Esta claro que hace falta cuanto menos integración ante la situación que se presenta.

Se va acercando la hora a la que he quedado con mi compañero de club para ir al sitio en cuestión a jugar contra nuestros rivales y compañeros ajedrecísticos. Nos montamos en el coche para no pasar frio. Aparece mi compañero, tato gracias, ya puedes marcharte libremente. Hola ¿que tal? ya he desayunado pero podemos redesayunar, suena mi móvil, es el tiburón (otro miembro del equipo, el equipo en los encuentros lo conforman 4 personas) me dice que está por ahí, parece un pato mareado porque no encuentra el lugar, goyo y yo decidimos no redesayunar en ese momento e ir en busca del tiburón perdido. Encontramos el sitio, llamo a tiburón que decía que ya lo había encontrado en una nueva llamada, resulta que no lo veía porque había ido al baño... ¿nervios antes de empezar? quizás... algo de tensión es bueno. nos tomamos un café con el equipo contrario, aparecen todos los jugadores que faltaban para el encuentro, jugamos, yo gano, el equipo empata, vuelvo a casa, como y... eso.

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