El despertar de Lucio
Sonó el despertador con una potencia inusitada, la luz entraba con fuerza como los faros en la noche. Eran las dos de la tarde, Lucio remoloneaba encima de las sabanas, con su torso desnudo. Mientras se desperezaba se acariciaba el abdomen que era como deslizarse por una barandilla dura y resbaladiza. La dureza se extendía a las extremidades de su cuerpo, realmente todo él era un diamante trabajado. Se giró, a su lado no había nadie, algo raro teniendo en cuenta la vida que llevaba...
1 comentario
Rosicky -
Esper que sea esto... Sino... qué mal he quedao...
:)