Te abandoné sin darme cuenta, pero volvi a ti...
Te abandoné sin darme cuenta,
como el pétalo que se desliza,
igual que el niño se columpia,
absorto en su ociosidad...
Entonces aparecieron ellos,
esos pequeños matices y detalles,
quizás fruto de la casualidad,
que dan sentido a lo importante.
Y me acordé, recordé lo que fui,
que sigue formando parte de mi,
de lo que soy, y de lo que seré...
Tras viajar en el tiempo,
como el niño que se columpia,
volví a fundirme contigo.
En el infinito de la soledad,
en un abrazo eterno y fugaz,
en la inmensidad...
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