Blogia
Pensamientos y más

Lucio

Post 18. Agitamiento

Tras la primera hora de viaje en la que los paisajes se deshacían en las ventanas Lucio empezó a divagar en su mente,,, ¿Qué iba a hacer a su llegada? ¿Qué iba a decir? Lucio había seguido su impulso y ahora era cuando empezaba a pensar... También tendría que dar explicaciones en su lugar de trabajo... Agobio, estrés... a cada momento un nuevo interrogante y por otro lado excitación, agitamiento, emoción, adrenalina, "aventura"... y quien sabe que o cuantas cosas más.

 

-         ¿Te encuentras bien? - espetó una voz desde el lado izquierdo...

 

Lució sonrió, si bueno, sólo estoy un poco nervioso, me agobian un poco los viajes...

 

-         Te entiendo, a mi me pasaba lo mismo, pero descubrí que tomándome un par de tilas y valerianas todo iba mejor jiji -

 

Lució sonrió de nuevo, pues tendré que probarlo ¿no crees?

 

-         Claro jeje -

 

Gracias por preocuparte...

 

-         De nada, a mi me gustaría que alguien se preocupase por mi... -

La chica se dio cuenta de lo que estaba diciendo cuando prosiguió - en casos similares claro...- consiguiendo salir al paso y sin que se le notasen los colores...

 

Lucio - Yo también te entiendo... es bueno tener a alguien en el que confiar y con quien contar, por cierto, cual es tu nombre, yo me llamo Lucio...-

 

-Así es, yo Rebeca, encantada...-

Lucio - El placer es mío, ¿se puede saber a donde te diriges? -

 

Rebeca - Claro, me dirijo a Barcelona, tengo familia ahí...-

Lucio - Yo también me dirijo a Barcelona, también tengo familia ahí - sonrió de nuevo al igual que Rebeca.

 

Rebeca - Los seres queridos suelen tirar mucho... -

Lucio - Así es, sobre todo en los momentos en que los necesitas... -

Rebeca - ¿Qué conversación tan profunda no? Jaja -

Lucio - Si, no se... soy así jj- poniéndose un poco nervioso... - Bueno, si me disculpas... -

Rebeca apartó sus piernas y Lucio se dirigió al baño, se empapó las manos y la cara, se las secó y respiró... Volvió al asiento... - Bueno, gracias por todo, ahora voy a intentar relajarme, espero que todo te vaya bien...-

Rebeca - vale...-

Lucio había regresado un poco pálido... pero poco a poco fue recuperando la serenidad. Cuando quisieron darse cuenta ya habían llegado a sus destinos, habían tenido una conversación... sólo eso... ¿normal o no? Pero no se habían intercambiado ningún dato que les volviera a unir e incluso si el destino los volviese a juntar en algún lugar remoto tal vez se hicieran pasar como lo que eran, dos personas desconocidas, si bien, omitiendo que alguna vez, en un momento determinado, habían compartido unos minutos de charla...

Post 17. Lucio y los trenes

Post 17. Lucio y los trenes

Cuando llegó a casa era de día, pensó que lo mejor era meterse en la cama y que cuando despertara otro día sería, vería las cosas de otra forma u modo... Durante las horas que pasó en la cama pudo haber soñado cualquier cosa, o tal vez nada... ¿Habéis tenido esa experiencia o sensación? En cualquier caso, Lucio, casi nunca se acordaba de sus sueños, a veces sin embargo se despertaba agitado... como cualquier otra persona.

 

Se despertó por la tarde, esta vez no puso la pasta al fuego mientras se duchaba, simplemente encendió la ducha para asearse...

 

Una vez terminó su baño sacó una maleta y empezó a llenarla con algunas prendas del armario, la casa estaba bastante recogida... Salió de su casa echando una última mirada, con todos sus papeles e identificativos en regla y se dirigió a la estación, una vez allí pidió un billete para un nuevo destino.

 

-         Me da un billete para Barcelona por favor... -

 

Lucio fue al andén, estaba rodeado de gente, pero solo... no conocía a nadie, y sin embargo, la sensación que sentía era similar a la de estar rodeado de gente conocida.

Pensaba en que algunas de esas personas tomarían el mismo destino que él, tal vez con propósitos similares...

 

El tren se detuvo lentamente en la estación, el altavoz había anunciado su llegada, "el TALGO con destino a Barcelona..."

Había escuchado tantas veces el altavoz y había dejado pasar tantas veces los trenes que se sintió extraño cuando subió al vagón y se situó donde le correspondía, había gente variopinta, interculturalidad, y también de todas las edades, le llamó la atención un pivón situado en el primer asiento del vagón, a él, le tocó compartir asiento con una chica de unos veintitantos, pero no era un pivón...

Lucio, un instante...

Lucio dejó de cantar, la miró, era una chica increíblemente guapa, tal vez modelo de profesión, pero no la típica modelo escuálida, sino, la modelo exuberante con curvas, tipo laetitia casta, gisele bundchen o jaidy Michelle. Todos sabéis lo que pasó a continuación... pero estáis equivocados... Lucio la miro a los ojos, ella sonreía, entonces durante ese instante, algo paso por la mente y corazón de Lucio, como un rayo en un día de luz, o como un rayo de luz en un día nublado... Lucio se apartó y salió del bar solo, la muchacha se quedó atónita... Lucio había emprendido un camino, rodeado de gente, pero solo...

A la semana siguiente parte 3 - proceso 2

Nota introductoria: Tras un tiempo de ausencia y desintoxicación sexual, creo que he cogido y recogido nuevas fuerzas para seguir afrontando este tema... además siempre se pueden hacer nuevas recogidas... algunas ideas antiguas y otras nuevas van cogiendo fuerza, veremos si no se olvidan... Sin más dilación.

Proceso 2.

El buitre empezó poco a poco, o mejor dicho, rápidamente a quitarle la ropa, le arrancó la blusa y el sujetador con sus zarpas mientras no dejaba de besarla, la chica le miró, pero en seguida ladeo su cabeza hacia su derecha, quizás por el cansancio o la embriaguez, o quizás pensando "follame de una vez".

El buitre siguió besándola mientras con sus manos mancillaba y ensuciaba el busto de aquella chavala, casi sin tiempo se bajó los pantalones un poco y los calzoncillos, sacándosela del todo e intentando apuntalarla contra su "media naranja", le apartó las bragas hacia el muslo de la pierna izquierda de la chica mientras le metía la punta, una vez colocado empezó a follarla rápida y bruscamente, al parecer debía tener prisa, o acaso era el calentón, o tal vez la pasión... así hasta que se corrió dentro de ella, a la vez que balbuceaba y espetaba palabras y mugidos como ahogados, placenteros, sin lógica ni sentido... lo habían hecho sin condón (mal hecho [conciencia del escritor], pero eran dos personas adultas, mayorcitas para saber que y como debían hacerlo...)

 

El buitre cogió a la chica en sus brazos y la llevo a la cama de matrimonio, se aseó un poco y volvió, empezó a magrearla nuevamente, parece que ya tenía sus huevos cargados de lefa otra vez... Así que esta "vez" le dio la vuelta al revés y se la follo por detrás duramente, sin parar, la chica empezó a ahogar sus fonemas en la almohada de la cabecera de la cama a la que se agarraba también con fuerza. El chico se la sacó y se corrió por la espina dorsal de la chica (No penséis que esto es malo para la chica, como dije antes, ambos son mayorcitos, saben lo que hacen, de hecho les gusta y da placer lo que hacen, porque es lo que quieren, tanto el, como ella. ¿La embriaguez? ¿El alcohol? ¿Acaso pensabáis que eso era lo que hacía que la chica se dejara hacer esas cosas?, pues no, lo que la hacía hacer esas cosas era el placer, la experimentación, la curiosidad, el gusto... ¿el alcohol? El alcohol era la excusa para todas aquellas personas que no aprobaban dicho comportamiento, ¡sin tabúes!)

 

Lucio cantaba "1,2, pelotón" entonces una chica le susurro "me gustaría verlo desfilar y resbalar por mi piel y por mi boca". Mientras Sonia estaba bailando ajena a aquella situación donde se despidieron, en aquel bar...

A la semana siguiente (Parte 3)

El buitre por excelencia salió acompañado de su conquista, la cual iba bastante borracha, se dirigieron a la avenida a coger un taxi para ir al nido, una vez allí el buitre y su presa se sentaron en el sofá, éste no perdió mucho el tiempo y empezó a besar a aquel cervatillo, la chica estaba entregada mientras que el buitre ya la tenía más dura que una viga de acero, al reclinarse sobre ella la chica lo noto y empezaron a frotarse (aun con la ropa puesta)

Mientras en otra zona de la ciudad Lucio

 

He decidido abandonar esta historia que empecé con Lucio...

La verdad es que tenía un montón de ideas interesantes para ella, así como entresijos... pero creo que es mejor dejarlo... Creo que ya hay bastantes cosas porno, eróticas y sexuales en cualquier sitio, como para añadir una más... Sí, ya se que nunca es suficiente, y ese es el problema realmente... Quiero quizás tener un pequeño espacio dentro de este rincón en el que poder respirar sin ver millones de hormonas desplazarse... No se si lo entendéis... 

Lo siento, en especial por varios lectores que idolatraban a Lucio, como el duende y la perla negra...

No diré nunca más... puede que esto no sea un adiós definitivo a Lucio, pero en este momento, es lo mejor para mí, y creo que tengo que pensar un poco en mí...

Un saludo... 

A la semana siguiente (parte 2)

A las 4:30 de la mañana aparecieron babas sobre la barra, el motivo era que había aparecido en escena Sonia, el pivonazo de la semana anterior... (Las babas eran de los buitres of course)

Sonia - Hola, me pones... Anda! no sabía que trabajaras aquí - (Típico encuentro fortuito, venga eh! igual!!)

Lucio - Ya lo ves, jeje, yo tampoco te había visto antes por aquí... ¿que te pongo guapetona? -

Sonia - Ya... es que no suelo venir mucho por aquí, pero me han dicho que se está poniendo de moda y... un 43 con piña va bien -

Buitre - Perdona, es que me había parecido ver una estrella fugaz y quería volverla a ver... -

Sonia - jajaja, eso le dices a todas no? -

Buitre - No, solo a las guapas... -

Sonia - Digamos que lo has intentado, quizás en otra ocasión... -

Lucio - Tu licor 43 -

Sonia - ¿Has visto como me han intentado ligar? jajaja, no cambiarán... -

Lucio - Ya... quizás este bar se haya puesto de moda por eso...

Sonia - ¿Por lo de ligar?

Lucio - Si... por el barrillo ese que se forma entre chicas guapas y babas... -

Sonia - Jajaja, puede ser puede ser... bueno... te dejo que veo que tienes bastante tajo... ¿nos vemos luego vale?

Lucio - No se saldré, si eso ya te diré, un besazo -

Buitre - Na, me ha dado con la puerta en las narices... y eso me pone más, pero bueno habrá que ir a por otras, que a este paso hoy nos quedamos sin "na"... -

En ese momento los buitres iniciaron un ataque conjunto sobre la carroña y alguno de ellos acabó mordiendo carne putrefacta mientras los otros hincaron el pico en hueso...

Al lado estaba Sonia con sus amig@s, que se reían de esa escena típica y dantesca y la comentaban en plan Félix Rodriguez De La Fuente.

Ya se iba haciendo la hora de cerrar y Lucio le dijo a Juan que cerrara él, que tenía prisa y asuntos que atender, que el próximo finde cerraría él...

Lucio salió de la barra fue al grupo de Sonia y se despidió de ella,

Sonia - Ya te vas?

Lucio - Si, que me ha surgido un asuntillo, asi que nos vemos otro día vale?

Sonia - vale vale, espera que...

Sonia le presento a sus amigas y tras intercambiar palabras aleatorias dijo: encantado... y se fue

Juan encendió las luces y puso la banda sonora de cerrar, with or without you de U2, todos los grupos fueron marchándose hacia otros lugares... los buitres hacia otros parajes...

A la semana siguiente

Casi sin darnos cuenta el tiempo había pasado volando, la última conquista de Lucio había estado pensando en él toda la semana, se le había hecho eterna, mientras que para Lucio la semana había pasado deprisa y ya era tiempo de volver a... trabajar...

- ¿Qué tal acabaste la noche? -

Lucio - Bien, me fui a ver a un colega y conocí a una chica que... -

- Vale vale, no me digas más que me lo imagino -

- Risas de los dos -

- ¿Cómo se presental a noche hoy? -

- A topeee... -

- Bueno, entonces necesitamos algo movidito, que tal... ¡¡Tea y Teo!! -

- De acuerdo, esto empieza ya... -

Las luces del bar iban de un lado a otro mientras la música sonaba a un volumen adecuado a las circunstancias, pronto entraron por la puerta clientes, asi era la vida de Lucio, una rutina ¿Sana? ¿Qué pensáis?, desde luego, muchos jóvenes habrían deseado tener esa vida, quizás no para siempre, pero igual si durante un tiempo...

- ¿Qué os pongo?

Buitres - Dos whiskys con cola y dos pacharanes con naranja -

- Muy bien, en seguida -

Buitres - Ya veréis, esto suele llenarse de "niñas", mira, lo ves? -

Hola Lucio! jiji dijo Berta mientras se separaba del resto de sus amigas que la esperaban...

Lucio (mientras servía las copas a los buitres) - Hombre Berta, ¿Qué tal estás?

Berta - Bien... pero... podría haber estado mejor... -

Lucio - y eso? bueno... yo mientras te pongo un chupitillo, vale?

Berta - jeje, vale... pues porque igual si me hubieras llamado esta semana pues hubiera sido un poquito mejor, pero ha estado bastante bien eh, no te vayas a pensar jeje.

Lucio - Ya se ya, ya se por donde vas... jejeje -

En ese momento, entre los susurros a voces de los sub grupos sonaba "Tu sigue así" de OBK

Berta - Entonces... la próxima semana me llamarás? -

Lucio - Lo intentaré vale? (haciendo morritos) -

Berta - Bueno... vale, luego me paso con mis amigas, ok

Lucio - Muy bien, pues aquí estaré, besos -

Buitres - ¿Te has fijado en la cerda esa? vaya guarrindonga, ya te digo... no me importaría haberme embadurnado unas horas con ella...

La noche iba pasando y el bar ya se estaba llenando, sin llegar a ser un bar - lata sardinas...

Una conquista más... (la más fresca del local a las 5:00 Am)

Se acercó sivilinamente y le susurró al oido... (Secreto profesional), la chica empezó a reirse y le tocó desde el hombro hasta el antebrazo mientras le miraba a los ojos sin dejar de reirse. Continuaron hablando, al rato la chica se despidió de sus acompañantes y salió por la puerta del bar con Lucio, los depravados se habían quedado sin diversión, ya habían hecho apuestas además de típicos comentarios machitos, en realidad estos últimos solo los hacía uno y los demás a veces se reían, otras veces asentían, otras miraban extrañados... pero siempre de buen rollito. Aunque hay que decir, que esas pequeñas bestias o hienas tienen su corazoncito y de vez en cuando lo usan, para hacerles dedos a algunas chicas majicas. No obstante, lo dicho, ese pequeño corazón tiene momentos de lucidez o de locura según se mire y suelen acabar filosofando e idealizando...

Lucio la llevo a su casa, ponte cómoda, lo quieres con pajita o sin pajita, sin pajita jejeje. Al parecer ambos estaban curtidos en esas lindes, aunque siempre hay algo de nervios, sabían a que habían ido... pronto empezaron... (Top secret...  podría decirselo, pero luego tendría que matarla...) hasta que acabaron follando como animales, posturas ya clásicas como el dogstile, hasta otras un poco más... como la carretilla, cual obrero de la construcción, arremetiendo envites como si fuera el mus... claro que ahí solo jugaba a chica nuestro Lucio. Por contra con otras veces, la chica era silenciosa, jadeaba en voz baja, pero apretaba bien porque quería más...

Cuando acabaron de follar siguieron juntos, abrazados y acariciándose, es algo que a priori no entra dentro del trato, pero estas cosas son imprevisibles, y esos momentos tan cálidos y carnales tienen esas cosas... era un momento, su momento... Ya habrá tiempo de pensar en el mañana y en el ayer...

A 2 horas del cierre

Quedaba poco para acabar la noche, un par de horas, ese bar parecía que no cerraba nunca, las veladas se hacían interminables, más bien, la gente no quería terminar...

Lucio se dirigió a Juan - Oye tío, ¿puedes cubrirme estas 2 horas?, el próximo día las recupero de tu tiempo - A esas horas la gente pedía menos porque sus hígados ya estaban saciados, no puedo decir lo mismos de sus pollas y sus coños.

Juan - Siempre me haces igual, anda tira, escapa, antes de que me arrepienta -

Lucio salió rápidamente de la barra y se fue "de caza"

Fue de cabeza a uno de los garitos de moda... y ya sabemos como es esto de la moda, que van y vienen, a la memoria venían "la lagartija", "el arcón", "la esfera"... pero mientras caminaba inexorablemente hacia el "sui generis" donde conocía a los camareros y sabía que las tías eran dinamita puta.

Lucio entró al bar rápidamente, las personas que estaban dentro se giraron hacia la puerta, ¡era él! ¡sería él! eran los pensamientos que pasaban por algunas de las feminísimas, los otros pensamientos que seguían podéis imaginarlos...

Lucio -Buenas noches Alberto, como va la noche por aquí, algo interesante?

Alberto -Como siempre, ya sabes... jeje, ¿algo de beber?-

Lucio -Bien jeje-

Alberto puso un gin tonics encima de la barra acompañados por dos tequilas y levantando uno de ellos expetó -buena caza amigo Lucio-

Se lo bebieron de trago y sólo entonces Lucio oteó el horizonte, en ese momento vió a un grupo de degenerados que se lo estaban pasando muy bien, demasiado bien... estaban en el punto de no retorno, borrachos y algunos haciendo calvos, sin importarles nada más que la diversión... ¿acaso se podía ligar así? seguro que no, pero eso era secundario por lo menos... la salidez flotaba en el ambiente, esos ojos cristalizados, esos bailes deshinibidos y esas miradas sucias... ¿que se les había perdido por ahí?

El bar no era uniforme, tenía varios ensanches, ahí estaba la clave, había un pivón o putón, según se mire, que los estaba poniendo finos o menudos, al gusto. Lució aprovechó el momento y pasó a la acción...

Y la noche seguía y seguía

Iban entrando grupos de chicas al bar, lo que hacía que un campo de rabos, sapos y babosas les siguieran, así funcionaba el negocio... Mientras en el bar de al lado, la concha, las amigas de Berta le preguntaban si había pasado algo, poca cosa decía Berta...

- Sí si ya sabemos que es guapo y que parece encantador, pero... ¿qué tal? ¿está bien dotado? ¿cómo se lo monta?, ¿le has comido el fresón?

Berta - jijiji, pues... ayss, está bien dotado, normal, de la media... pero es que tiene unos músculos y un torso tan bien trabajado...

- ¿Te ha dado por detrás?

Berta - por el culo no, y tampoco le he dicho nada porque no quería que pensara... yo que se, ays vamos a hablar de otra cosa, que solo de pensarlo volvería a ir y... jijiji

- Eres una puta jajaja

 

Y la noche siguió

Vaya día le estaba saliendo a Lucio, todo a pedir de boca. La verdad es que no era la primera vez que Lucio se follaba a una mujer en un baño, aunque si la primera en el propio bar donde trabajaba, y en horas de trabajo. Así pues, Lucio formaba parte de ese porcentaje de gente que le gusta tener sexo en su puesto de trabajo.

A la salida Juan le dijo, tienes un poco de carmin en... Lucio se limpio rapidamente la zona de la cara y el cuello, gracias Juan, no se que haría sin tí... Si tanto valgo porque no compartes un día tus "tesoros", vale ya te traeré la insoportable levedad del ser o algún disco de héroes del silencio... No me refería a eso, pero eres un cabrón chantajista con razón, puesto que lo que acabas de nombrar son grandes tesoros...

En ese momento además de las risas empezó a sonar de fondo una canción que decía "Me empequeñece la altura y no lo puedo evitar, se me atascan las ideas, amontonadas..."

Post 7. En el baño

Lucio entró en el baño, ahí estaba Berta con su pose picarona, apoyando su culito respingón en el granito de los lavabos. Ambos empezaron a sonreírse mientras Lucio se dirigía lentamente hacia ella, como una culebra cuando tiene rodeada a su presa, no tiene prisa, sólo en el momento crucial se lanza a por todas. Pero en este caso, ¿Quién era la presa?... Sus sonrisas se fundieron en una y empezaron a besarse apasionadamente, la lucha de lenguas era intensa, parecía la batalla final de Iñigo Montoya en la princesa prometida. Lucio la fue despegando del lavabo y se fueron hacia una de las puertas pequeñas de los aseos. La puerta cedió y pasaron dentro, todo olía a ambientador y estaba limpio como una patena, un olor y aspecto diferente al de cuando cierras la noche. Berta acariciaba la espalda y el trasero de Lucio mientras este acariciaba el culito. Metió sus manos debajo de la camiseta elástica y acarició sus senos suavemente, no se trataba de amasar pan ni de sintonizar un canal de radio. Los pezones de Berta estaban tersos, ésta metió la mano por debajo del pantalón de Lucio, el cual había notado sobrecargado y empezó a moverla de arriba abajo despacito. Ya no podían más, Lucio en un pequeño arrebato bajó las faldas y el tanga de Berta de una sola vez, ésta desabrocho despacio los pantalones e hizo lo propio con él. Berta empezó a besarle el cuello y fue bajando por el pecho, abdominales, hasta que llegó a su miembro, el cual empezó a chupar despacito recreándose en la parte superior llamada glande aunque podemos denominarla también fresón. Ambos sacaron un condón y Berta se lo puso con la boca, subió hacia arriba y siguieron besándose, Berta agarró aquel barrote y lo apuntaló contra sus entrañas susurrando –házmelo rápido- Lució la empotró contra la pared y se la metió muy suavemente hasta el fondo mientras escuchó un gran suspiro. Berta acarició la nuca de Lucio y le pidió que basculara. Empezó a acelerar el ritmo, no se oían gritos, solo gemidos en su oído, ambos estaban sudando, iban a explotar, Lucio le dijo que se iba a correr y ella le contesto, ¡córrete!, ¡no pares!, uff. Ah ah uff, me voy... fuegos artificiales retenidos por un chubasquero... Los dos se miraron y siguieron besándose, ambos exhalaron, ella sonrió y le dijo acaramelada, me debes un bailecito.

Post 6 La noche 2

En el bar habría unos 10 “clientes”, de los cuales 5 eran “amigas” de Lucio. Le hacían un poco de compañía intentando sacarle algún que otro... “chupito”. Mientras Lucio ordenaba un poco su barra las chicas no paraban de reírse, Lucio pregunto ¿Qué sucede? ¿Os hace gracia como pongo las botellas en la balda? La más atrevida, Carmen, le replicó, nos hace gracia tu trasero que se queda un poco al descubierto cuando te pones de puntillas. Lucio sonrió y añadió no tonteéis con esas cosas que luego pasa lo que pasa... Berta continuó ¿Apostaría ha que te has tirado a más de una en este mismo local?

 

A Lucio le encantaban esas conversaciones perdidas que no se sabían como ni donde acababan. La verdad es que Carmen, Bea, Ana y María acompañaban a Berta que se moría por los “huesos” de Lucio. Carmen era una chica pijilla entre comedida y rebelde, el tipo de chica que le gustaba a Lucio, Berta era un cañón, no era comedida, era explosiva, sabía que estaba buena y le gustaba sacarse partido, llevaba una falda corta con una camiseta elástica de tirantes finos con un buen escote que dejaban ver parte de su voluptuoso busto. Bea y Ana rozaban la normalidad, bien arregladitas, pero no tenían unos rasgos muy llamativos. María era la gordita del grupo, pero era de las gorditas majicas, siempre estaba mirando por sus amigas, era un poco más introvertida que el resto, le costaba relacionarse con los chicos debido a su infancia en el colegio, algo que la marcó.

 

Lucio se sonrió y contestó a Berta no apuestes mucho no vaya a ser que pierdas...

¿No te has tirado a ninguna aquí...? Te apuesto... – insistió – a que te tiras una en este local antes de que acabe la noche. Lucio se frotó... las manos debajo de la barra, con un trapo, mientras limpiaba algunos tubos.

Lucio: Bueno no estaría mal.

Berta se le quedó mirando con cara de pícara y se dirigió a sus amigas, podéis ir a mirar si han venido estos a la farola (otro bar de la calle)

Bea: Claro

Ana: Lo miramos y si no están les esperamos un rato

Carmen: Por supuesto, no te preocupes.

María:...

Nada más salir del bar Berta le dijo a Lucio: Te espero en el baño y así comprobamos la apuesta, nos jugamos un bailecito...

Lucio asintió. Berta entró el baño. Lucio habló con su compañero ¿Juan puedes estarte un rato pendiente de la barra?,  voy al baño un momento, ahora vuelvo.

Post 5 La noche.

La tarde paso rápida entre tiendas, mirando las últimas tendencias... y en el cielo aparecieron las primeras y últimas estrellas de aquella, su ciudad traviesa. Apareció a las 21:00 en la cafetera, el bar en el que trabajaba. Se “puso” el mono de trabajo, se miró en el espejo del cuarto de “staff”, dientes blancos, pelo fijado, una dulce sonrisa, camiseta transparente y ajustada, ya lo tenía todo, estaba listo para estar detrás de su barra mientras la música sonaba. A esas horas tan tempranas no solía haber mucho “curro” puesto que las personas jóvenes más mayores solían empezar a moverse a partir de la hora de los vampiros.

Terminada la ducha

Lucio parecía una pasa arrugada porque había estado mucho rato recreándose en esa ducha caliente imaginando quien sabe que... No obstante, seguía estando duro. Se seco convenientemente, apagó el fuego, se vistió con una camiseta ajustada, unas zapatillas y unos vaqueros, se comió los tallarines, cogió el móvil, las llaves y dinero, ya estaba listo para la noche...

Agentes de salud

Lucio se incorporó, se puso sus zapatillas de andar por casa, se dirigió al baño con su empalme matutino para miccionar, luego se lavo las manos, se cepilló los dientes y se aseo la cara para terminar de despejarse. Fue a la cocina donde sacó tallarines y los puso en una cacerola con medio litro de agua a fuego intenso mientras se bebía un vaso de zumo con dos galletas. Mientras los tallarines hervían se dispuso a darse una ducha de agua caliente, pero no demasiado, sin llegar a estar templada, era un calor justo. Se quito las zapatillas y la única prenda que le quedaba, esos slip ajustados que remarcaban sus nalgas. Se introdujo en la ducha y se acarició suavemente con el gel esa piel tan bien cuidada.

El trabajo de Lucio

Lucio trabajaba en un conocida sala de su ciudad de 12 a 6 de la mañana, donde la gente buscaba divertirse al son de la música y los personajes que solían frecuentar esos ambientes. Tenía 25 años, casa propia, un peugeot 206 negro con algunos retoques en las llantas, alfombrillas, tubo de escape. Era uno de esos “comodines” que te hacían tanto de Barman como de relaciones públicas. Su película favorita era Cocktail, aunque el no dejaría todo por un chiringuito en la playa, ya tenía buen chiringuito montado en su vida como para apartarla o abandonarla para vivirla en otra estampa.

El despertar de Lucio

Sonó el despertador con una potencia inusitada, la luz entraba con fuerza como los faros en la noche. Eran las dos de la tarde, Lucio remoloneaba encima de las sabanas, con su torso desnudo. Mientras se desperezaba se acariciaba el abdomen que era como deslizarse por una barandilla dura y resbaladiza. La dureza se extendía a las extremidades de su cuerpo, realmente todo él era un diamante trabajado. Se giró, a su lado no había nadie, algo raro teniendo en cuenta la vida que llevaba...