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Pensamientos y más

Despedidas

A veces son tristes las despedidas, como la del otro día, mis alumnos me despidieron de una manera más que ejemplar, cariñosa, cercana... tuvieron detalles conmigo, me regalaron varias cosas de recuerdo, un mini bombo donde se podía leer "recuerdo de tus alumnos de Urrea de Gaén". Yo también intenté tener detalle con ellos, pues hacía tiempo que lo llevaba pensado. Es el fin de una etapa, y quizás el principio de otra, como la vida misma...

Fue y es emocionante, son esos momentos en los que te das cuenta que merece o puede merecer la pena, el estar ahí, intentando guiar, o cambiar pequeñas cosas, no el mundo... aunque os imagináis que todos fueramos por esa línea de pequeños cambios, hasta donde podríamos llegar... difícil de saber y de realizar...

No se, espero tener suerte, volver a tener un "destino" y con alumnos de ese tipo.

Pensad, seguro que vosotros habéis vivido también despedidas, a mi memoria vienen, las de varios amigos de infancia, porque se iban a vivir a otro sitio, también algunas despedidas medio forzosas, pero que eran tristes y alegres a la vez, pues eran tristes por lo que significaban en el pasado, pero alegres por dejar cierto sufrimiento presente. La de los seres queridos cuando se van definitivamente de este mundo. Las despedidas de ¿quién sabe lo que nos deparará el futuro?, las despedidas sin darte cuenta...

Sólo quería intentar exponer un tema general a través de algo particular, para que no sólo fuese particular, pero ha sido difícil. Espero que aunque el texto no haya sido muy bueno, tenga emoción, para mi desde luego la tiene, porque veo pasar esas imágenes o películas en mi memoria, y me gustaría que cada uno de vosotros hiciese también esa retroinspección, así el post habría servido de algo... además de para mi mismo, y tampoco era cuestión de contar toda la película, porque sino, tendría que abrir otro blog, así que muchos animos, salud/os.

 

1 comentario

perla negra -

Ahora a esperar...pero seguro que tienes suerte. Creo que momentos como ese te recompensan todo lo anterior. Despedidas hay para todos los gustos, más amargas o alegres, pero casi siempre con un poso nostálgico. Personalmente, lo más triste es cuando ni siquiera existe esa oportunidad de despedirse.