Procesión catártica.
Reprochar...
Quedarse vacío,
en un instante,
aunque al siguiente
te veas lleno,
y limpiar el vómito.
Culpar...
a lo que nos rodea,
a quien quieres,
e incluso a ti mismo.
Después de la fregona
viene la goma de Milán
intenta borrar
vomitaste materia gris
poco podías pensar.
Reconstruye el puzzle
parate, detente un momento,
busca la alternativa.
Te decantas por la brocha
de los trabajadores.
Pinta con fuerza y suavidad,
como desees,
colores vivos y alegres
encima de tonos
oscuros y apagados.
Ha costado pero...
ya no hay nada que reprochar
sientes orgullo,
satisfacción con el resultado,
felicidad, así que deja escapar
esas lágrimas, hoy son una
sonrisa libre.
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