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Pensamientos y más

Nido de víboras

LLegaron alterados a aquel bar, enfilaron las escaleras hacia la planta baja (a mi personalmente me gustan los bares que tienen planta baja en la ciudad), y siguieron desatados... celebrando la festividad... el ambiente era propicio... cazadores dispuestos a cazar... presas deshinibidas... pero... sucedió que 2 cazadores se cazaron mutuamente en un largo ritual, un reto, un juego competitivo, lo que más les gustaba a ambos... El intentó seducirla como pudo, y ella fue encandilándose de aquella actitud...

La tensión se cortaba en el ambiente con brindis y fotos risueñas, que cuando se acaba el cuento, a veces sin ser conscientes, siempre nos recuerdan lo acontecido, generalmente, con buen sabor de boca... boca que se juntó con la suya y empezaron a girar como en un tio vivo en el transcurrir de los días mientras iban citándose furtivos... descubriendo los recovecos ideólogicos, platónicos, psicológicos, para luego acabar haciéndoles tributo en una pasión física desenfrenada. Así llegaron a otra noche en la que el la sorprendió, primero por la visita sorpresa, y segundo por sus proposiciones obscenas, el ambiente volvía a ser adecuado, era un paso más en la indagación exploratoria, pero con menos teoría... el la empotró primero contra la pared contraria de la cama, le olió el pelo, le besuqueo la oreja, y bajó hacia el cuello, ella cerraba los ojos y emitía sonidos placenteros, con las manos le acariciaba varias zonas erójenas, la giro violentamente y la siguió besando, al principio como un homo sapiens, pero después relajó y paladeo, algunos recovecos de su boca, sus labios, primero el de arriba luego el de abajo y la lengueteo, se dejo que ella introdujera también su lengua biperina, y luego la empujó sutilmente hacía su miembro mientras le sugería que se la comiese, ella no quiso ni mirarle a los ojos, abrio su boca y accedió, fue como si una serpiente se comiera a otra, cosas de la naturaleza...

la subio, la besó, la empujó hacia la cama, sacó al conejo de la chistera y lo coció con el calor de su lengua amoratada, volvió a la cabeza de la culebra, la miro al ojo y le dijo yo también tengo un ojo y te voy a ver desde dentro, y la penetró hasta el fondo de sus cavernas, - más suave - pero el seguía siendo un bruto, hasta que escuchó - sigue por favor - cambiaron de postura varias veces, el encima, el debajo, el de lado, - vamos a hacer el perrito - estaban cachondísimos, y el aprovecho a acercarse a eso que en el espacio se refiere como agujero negro... le intrigaba, tenía ganas y su dedo llegó... - espera, preparalo bien, escuchó... - y el resto podéis imaginarlo... un día diferente a los demás, por el tipo de relación mantenida... ya habría más días para analizar lo sucedido, y seguramente repetirlo.

Salvo que un cazador decidiera hacer limpieza, los cazara y... otra nueva historia empezara...

 

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